Moitinha era uno de los centros neurálgicos del complejo minero de S. Domingos. Allí se instalaron molinos trituradores de mineral. La molienda del mineral, es decir, la reducción de la pirita extraída hasta la granulometría deseada, se hacía con una batería de molinos instalados en el edificio del que hoy solo quedan las paredes y los toldos de recepción del mineral que se trituraba. La unidad de trituración era servida, en dirección ascendente, por un tramo de la línea de ferrocarril implantado en la orilla izquierda del río de S. Domingos, en una cota superior a la de los molinos. En dirección descendente, el mineral triturado se descargaba, una vez más por gravedad, en los vagones que circulaban en el otro tramo de la línea ferroviaria, permitiendo su transporte hasta uno de los destinos posibles: los terrenos donde se apilaba el mineral, los terrenos de lixiviación de pirita, los hornos de Achada do Gamo o el puerto de Pomarão. Junto a la zona industrial se instaló el área urbana de Moitinha, un barrio minero habitado por unas 200 personas durante el período activo de la mina. En la zona industrial de Moitinha todavía queda un horno de tostado, vestigio de la época en que la metalurgia de pirita se hacía por la vía seca en la Mina de São Domingos, o sea, del tercer cuarto del siglo XIX. El tostado es la combustión de la pirita (en carboneras o hornos) para que libere el azufre contenido a la atmósfera en la forma de gas y pierda una parte sustancial de su masa, concentrando los minerales metálicos. El proceso es extremadamente perjudicial para el medio ambiente y obligaba a indemnizar a los agricultores locales afectados.